PRESENTACIÓN
Estudios previos demuestran que el uso de películas en el aula incrementa la retención de información, aunque su falta de rigor científico debe ser evaluada, evitando integrar errores en la base de conocimiento del alumnado. Películas de los últimos ocho años muestran acertadas reconstrucciones de tsunamis pero incluyen errores sobre las áreas de bordes de placa y en la reconstrucción de procesos geológicos.
Para este trabajo se prepararon fichas didácticas con escenas de corta duración de tres películas: La Ola (2015), París: infierno helado (2013) y San Andrés (2015). Todas ellas vertebradas en competencias de geología que se repiten en ESO y Bachillerato, como son la tectónica de placas y los minerales y rocas, a la vez que relacionadas con otros contenidos del currículo en esos niveles.
Objetivos
El objetivo del trabajo fue hacer de cada uno de los fragmentos seleccionados, un análisis científico para la formación de los docentes y una ficha didáctica para el aprendizaje de los discentes, que presentase actividades adecuadas a los cuatro niveles, 3° y 4° de ESO y 1° y 2° de BAC, donde la geología es materia de estudio en Educación Secundaria.
Aunque pueda parecer obvio que dos explicaciones deberían conducir a una mejor retención de la información que una sola explicación, la explicación repetida de la información no siempre aumenta la retención (Butler, Zaromb, Lyle y Roediger, 2009). Callender y McDaniel (2009), por ejemplo, indican que la lectura repetida de pasajes en prosa confiere mejoras limitadas sobre los niveles de retención logrados después de una sola lectura.
El uso de películas en el aula, sin embargo, se ha demostrado en varios trabajos como potenciador de la capacidad de retención de información por parte del alumno (Ameijeiras y Morón, 1998; Bergillos Ruíz, 1993; Butler, Zaromb, Lyle y Roediger, 2009; Sánchez, 1999), así como herramienta para explicar de forma coherente ciertos conceptos (Brusi, Alfaro y González, 2011; Marín, 2011), resultando por tanto un buen apoyo para mejorar el aprendizaje en el aula.
De hecho, Marsh, Butler y Umanath (2012) mantienen que cuando el contenido incluido en un video es verídico y con rigor científico, el aprendizaje es similar al observado con otras fuentes y Butler, Zaromb, Lyle y Roediger (2009) que el visionado de una escena, recreada con rigor histórico, asociada a un texto aumenta entorno a un 50% la retención de la información con respectoa la lectura del texto solo.
La razón de que esto suceda la indican Butler, Zaromb, Lyle y Roediger (2009), quienes aseguran que las películas promueven la codificación dual (verbal y visual) de la información, al introducir imágenes en el sistema de procesamiento de información que se almacenan junto a la información lingüística, interconectándose ambas para propiciar la comprensión y retención.
¿Pero qué ocurre cuándo el contenido en las películas es erróneo?
Muchas de las películas son ficción y como tal no presentan verosimilitud (Méndez, 2005).
Algunos trabajos apuntan que el grado de credibilidad en la fuente se correlaciona positivamente con el nivel de retención de la información aportada por esta (Hoffman, Granhag, See y Loftus, 2001). Por lo que conocimientos aportados por películas de ficción serían en principio descartados.
Sin embargo, si con la visualización de la escena se advierte a los alumnos sobre que esta contiene errores, retándolos a que los encuentren y hagan las interpretaciones correctas, el alumno puede integrar lo acertado a la base de conocimiento recordando también lo erróneo, mas etiquetándolo como “ incorrecto “ (Butler, Zaromb, Lyle y Roediger, 2009). Por otro lado los jóvenes son los principales consumidores de cine (Romero, Fesharaki y García, 2014), especialmente del cine de catástrofes naturales, cuyo foco son principalmente los tsunamis, los seísmos y/o el vulcanismo.
Este tipo de películas, que por lo general se alejan bastante del rigor de un documental (Brusi, Alfaro y González, 2011), se encuentran en el círculo de conocimiento del alumno de Secundaria y Bachillerato aunque no formen parte de la fuente de conocimiento oficial impartido en las aulas. Las películas que los alumnos conocen son una fuente de información, como otros medios, que influyen directamente en las percepciones y concepciones de los estudiantes, ayudando en el proceso de adquisición de información (Arroio, 2010), por lo que pueden verse como un recurso atractivo que puede ayudar a abordar aspectos geológicos incluidos en el currículo.
Su empleo en el aula debe sin embargo tomarse con cautela, ya que las películas que incluyen procesos geodinámicos y catástrofes naturales suelen contener bastantes imprecisiones y un bajo rigor científico, por lo que pueden transmitir ideas equivocadas de la realidad, a las que son bastante vulnerables los estudiantes adolescentes con escasa formación (Brusi, Alfaro y González, 2011). Esto a veces resulta asociado a la procedencia de la película.
El cine americano mucho más comercial cuida en ocasiones menos la veracidad de los conceptos que transmite (Romero, Fesharaki y García, 2014), aunque también es cierto que el porcentaje de cine con temática relacionada con las Ciencias de la Tierra es mayoritario en el país anglosajón (Alfaro, Brusi y González, 2008)